Ana Gontad: “El trabajo de programación consiste en ver mucho cine”

4 / 11 / 2022

La relación profesional de nuestra asociada Ana Gontad con los festivales de cine se inició hace casi una década en una de las citas más reputadas de Galicia, Cineuropa, que resoultó una experiencia “maravillosa”. En la actualidad sigue vinculada a la muestra compostelana, formando parte dle equipo de programación y dirige, un poco más al sur, el Primavera do Cine.

Comenzamos nuestra conversación preguntándole por aquella primera edición trabajando en Cineuropa. “Empecé allí en 2014 y mi trabajo consistió en dar soporte en comunicación, así que fue el año que más películas pude ver del festival. El año siguiente ya profundicé más en el trabajo de gestión y comenzó mi gran aventura en Cineuropa, pero recuerdo aquel primer año cinéfilo con mucho cariño».

El trabajo de programación no es, muchas veces, conocido para el público que asiste a los festivales. ¿Puedes explicar en qué consiste y cómo se organiza? 

El trabajo de programación consiste en ver mucho cine. Habitualmente llegan a través de las convocatorias que abren los propios festivales en las que se inscriben productoras, distribuidoras o incluso cineastas, aunque también hay un trabajo de investigación y de asistencia a otros festivales para completar las diferentes programaciones. Otra parte importante es la reunión con el resto del equipo para concretar secciones y películas, en las que surgen unas discusiones a veces intensas y siempre apasionantes, y por último llega el trabajo de gestión y negociación del programador, que consiste en armar el programa adaptando los films escogidos al presupuesto disponible, que no suele a ser el que una querría.

¿Puedes contarnos una anécdota que hayas vivido en estos años de trabajo?

El trabajo en un festival es tan intenso que se viven montones de anécdotas cada día, pero pienso que mi primer gran anécdota coincidió con la primera presentación que hice con un director. Creo que fue en mi segundo año en Cineuropa. Programamos un documental sobre la guerra civil española y estaba con nosotros el director, que era alemán. Ni el público ni él tenían muchas ganas de que el debate terminara al cerrar la sala; así que salimos a la calle y, entre estudiantes de fiesta (recuerdo que era jueves) continuamos el coloquio en la Rúa Nova de Santiago hasta las cinco y media de la mañana.

“El trabajo en un festival es tan intenso que se viven montones de anécdotas cada día”.

Ana Gontad, programadora.

¿Cuál es la relación que se establece entre los equipos de dirección y programación?

Habitualmente, o por lo menos en los festivales en los que he trabajado, la persona que dirige el festival también es programadora, así que la relación y la comunicación es siempre fluída. Tiene que serlo, además, porque esa persona es más consciente de las cuestiones presupuestarias y tener una comunicación franca y abierta es la que permite a veces que puedas incluír la película e tus sueños (risas) pero sobre todo, es fundamental para que todo funcione bien.

No existe una formación específica para ser programadora. ¿Qué le aconsejarías a una persona que desee dedicarse a eso?

Que lea y estudie lenguaje cinematográfico e historia del cine, y que vea todo el cine que pueda. Que asista a todos los festivales y converse con cineastas, hasta comprender lo que cuesta realmente hacer una película. Y ya, a partir del respeto absoluto a los cineastas, que valore lo que le puede gustar al público y lo que piensa que debería ser obligado ver. En ese equilibrio, que no sé si es posible,  radica lo apasionante de esta profesión.   

Ana Gontad no festival Primavera do Cine.

¿Qué diagnóstico haces de la actual propuesta de festivales cinematográficos que existe en Galicia?

De una salud envidiable. En Galicia hay docenas de festivales con líneas editoriales diferentes, cosa que les permite asociarse y trabajar mano a mano para profesionalizarse cada vez más de una manera muy enriquecedora. Algunas instituciones también empiezan a ver que esta riqueza cultural de proximidad que están trayendo estos festivales es algo que debe ser potenciado, para hacer país y crear comunidad.

Con todo, es preciso una mayor implicación y flexibilidad de todas las instituciones para que el esfuerzo de todas las personas participantes pueda verse compensado, tanto el del personal de los festivales como el de los cineastas. La temporalidad y la precaridad son dos palabras que deberían ser eliminadas del vocabulario habitual de esas dos caras de la misma moneda, pero so será posible cuando todas las instituciones valoren realmente el ámbito cultural, que no deja de ser nuestra huella en el mundo…

“En Galicia hay docenas de festivales con líneas editoriales diferentes, cosa que les permite asociarse y trabajar mano a mano para profesionalizarse cada vez más de una manera muy enriquecedora”.

Ana Gontad, programadora.

Si tuvieras que recomendarnos tres, ¿cuáles serían?

No es una tarea fácil precisamente por esa diversidad festivalera que tenemos la suerte de poder disfrutar. Como cada festival gallego tiene una línea temática perfectamente definida y muy valiosa, prefiero no elegir, así que voy a optar por la total subjetividad. Obviamente Cineuropa sería el primero, no solo por trabajar en él, sino también por formar parte de mi educación sentimental. Primero fueron las películas de TVE de los fines de semana, después llegaron los VHS del videoclub, el Canal+ compartido y el cine Avenida de Caldas. Pero cuando comencé a estudiar en Compostela, llegó Cineuropa. Estaba acostumbrada a ver las salas llenas, pero llegar a Cineuropa y formar parte de esas filas inmensas significó vivir el cine por primera vez como un gran acontecimiento.

Por outra parte, recomendaría los festivales que ponen el foco en el cine gallego (Cans, por ejemplo, o el Primavera do Cine, que he dirigido en esta edición), que está viviendo su época dorada en términos creativos, una época dorada en el ´´ámbito internacional que necesita de ese compromiso activo que pido a todas las instituciones para que no se quede solo en semilla.

Por último, recomiendo el Festival Cinema a pedal, un proyecto hermosísimo que hemos conseguido traer a Galicia este año después de muchos intentos. Se trata de un festival temático con las bicis como protagonistas para fomentar su uso; y que al mismo tiempo es totalmente sostenible, ya que el equipo de proyección funciona gracias a la energía generada por el pedaleo del público en quince bicicletas.

La programadora durante el I Encuentro Luso-Galaico de Festivales Audiovisuales

¿Puedes contarnos en qué proyectos estás trabajando?

Colaboro habitualmente con la Cinemateca Uruguaya, una institución que es puro amor por el cine y todo un ejemplo de resistencia. Alejandra Trelles es compañera de Cineuropa y directora artística de la Cinemateca; desde que comenzamos a trabajar juntas en Compostela funcionamos muy bien y ahora programo con ella y su equipo el Festival Cinematográfico Internacional de Uruguay y su plataforma, +Cinemateca que utilizan como cuarta sala.

Por otra parte, queremos que el Festival Cinema a Pedal se convierta en un evento itinerante porque despierta muy buen rollo entre todas las personas participantes, aparte de que nos interesa seguir trabajando en esta línea de festivales sostenibles.

Por supuesto, sigo en Cineuropa, que comienza el próximo 4 de noviembre y promete muchas sorpresas y unas invitadas espectaculares. No puedo olvidar otros saraos geniales en los que me meto gracias a Patricia Menéndez y Tamara Alonso, de la Asociación Veganagal, como VEGANA, una feria que lleva dos ediciones en la que es bienvenida toda persona que abogue por la empatía y el respeto interespecie. Por lo demás, donde me lleven los vientos.

¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?

Llevo tantas horas pasadas delante del ordenador en los últimos años, que cn lo que más disfruto ahora mismo es saliendo a dar un buen paseo por nuestros montes y playas. También leer, por supuesto… y seguir soñando en una sala de cine.

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